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sábado, 13 de enero de 2024

VIRTUDES PARA UN ALCALDE

4 VIRTUDES PARA UN BUEN ALCALDE:


Hace algunos meses, cuando me ofrecí para presentarme a ser concejal en un municipio pequeño pero al que debo mucho. Analice que podía aportar a ls vecinos y vecinas de "mirequena" y me propuse descubrir que requisitos debe tener un buen gobernante para que no arrastren al pueblo lo que nos había sucedido en otros tiempos,  dejándonos en la triste bancarrota y en un auténtico caos administrativo, y no ajeno a otros muchos municipios de la democracia.

Tanto análisis lo puedo resumir en cuatro virtudes que me resulto muy fácil descubrir, detallar y proponer, basándome en el análisis de la alcaldesa que tenemos y que sufrimos  a diario y que es una auténtica negación de lo que expongo a continuación. La señora de los cuatro gatos es justo lo contrario. 
 

1.- HONESTIDAD:

La honestidad no sólo es mantener alejada la mano del cajón, honestidad implica otras muchas cosas.

La honestidad comienza en uno mismo por reconocer las limitaciones propias.

Reconocer que otros saben más que uno, que pueden tener mejores ideas, y que puede equivocarse en una decisión.

Sin embargo, en los hechos el político nunca se equivoca.

Además de infalible es perfecto porque sus acciones e ideas son las mejores.

Un alcalde honesto es congruente; piense, dice y ejecuta de forma idéntica.

De esa congruencia como persona le viene la honorabilidad.

Un alcalde que se diga honesto jamás se atrevería a tomar lo que no es suyo o a desviarlo a otras manos.

(honestidad: si no pagas ni cumples con tus obligaciones tributarias, entre otras habilidades y desprecios, difícilmente creere en tu honestidad). 


2.- PREPARACIÓN:

Un político preparado no necesariamente debe poseer grados académicos (licenciatura, maestrías, doctorados).

Es suficiente con que tuviese sentido común. Ser juicioso.

Poseer conocimientos necesarios para desarrollar su política social, económica y cultural.

Nadie en su sano juicio confiaría la construcción de su casa a alguien que desconozca de resistencia de materiales o su salud a un amigo de la calle.

Sin embargo, es cosa de todos los días, en todo el mundo, que votemos por gente escasamente preparada para ejercer la presidencia.

Un político preparado es importante que sepa escuchar a los técnicos que trabajan con ella, con quienes comparte gobierno y sepa acudir a la Diputación para ser asistida, en las carencias que tiene. 

Entre mejor asesorado esté, mejores resultados podrá conseguir.


Preparación también significa conocimiento de su campo de trabajo; es decir, de sus gobernados y sus necesidades, y de lo que requiere su ciudad para potenciar su desarrollo.

(La sra. alcaldesa se siente se sabe, se percibe que puede presumir de no tener ni sentido común, ni prudencia ni altura de miras y  cuando la llamas "pocojuiciosa" se cree que es una maquina de hacer zumos).

3.- INDEPENDENCIA:

Firmeza de carácter para sostener sus decisiones ante los aduladores como para no dejarse intimidar por sus enemigos.

Independencia también significa estar libre, en la medida de lo posible, de compromisos, pactos y deudas políticas qué saldar. 

(A quien la animo a presentarse.. la debe mucho, hasta tal punto que hay quienes creen que en las acciones dañinas para los intereses del pueblo siempre está detrás la "señora rancia" que la sopla en la oreja).


4.- VOCACIÓN DE SERVICIO:

De la mano de la honestidad viene la vocación de servicio.

Es sentir empatía por sus semejantes.

Implica el deseo de servir a los demás.

Es reconocer las necesidades de los demás.

Por tanto, ese hombre o mujer hace suyas las necesidades y opiniones de sus gobernados, y actúa en consecuencia.
(estas dos palabras "vocación de servicio" es más complejo matizar, porque estoy seguro que ella si que ejerce con total e intergra vocación de servicio pero para su servicio personal, para sus intereses particulares, y para sus pequeñas miserias y cutrerías a las que nos suele acostumbrar desde hace décadas). 


Podrían incluirse otros valores dentro de esta relación, pero si se mira la historia, los mejores alcaldes han sido básicamente honestos, preparados, con vocación de servicio e independientes.

Espero, deseo o sueño que los anteriores comentarios podamos o nos sirva para tener mejores gobernantes de lo local a corto plazo; y nadie deseamos que se repitan administraciones tan desaseadas como las que han sufrido algunos municipios de la región y cuyos ciudadanos conocen muy bien y que en nuestro caso de un minúsculo pueblo se sufre y se padece en silencio... como en el anuncio de la botica. 


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